Aprende a cuidar cactus pequeños en tu casa o en la oficina

UNA PLANTA QUE NO REQUIERE MUCHOS CUIDADOS, PERO SÍ QUE ES NECESARIO TOMAR ALGUNAS PRECAUCIONES

Los cactus son una de esas plantas que suelen adornar muchas oficinas, además de diversas estancias en los hogares. Estos no ocupan mucho espacio, son bonitos y no precisan de muchos cuidados como ocurre con otro tipo de plantas. No obstante, sí que es necesario tener algunas atenciones con estos si no quieres que se mueran. Para que sea más fácil mantenerlos en perfectas condiciones, a seguir, se explica cómo cuidar cactus pequeños en tu casa o en la oficina.

Cómo cuidar cactus pequeños en tu casa o en la oficina
Como ya se ha mencionado y es sabido, mantener un cactus en buenas condiciones no es una tarea que implica mucho tiempo y dedicación. Pero, sí que es necesario tener en cuenta algunos consejos. Si los tienes en cuenta, cuidar cactus pequeños en tu casa o en la oficina será coser y cantar.

Maceta

Empieza por escoger una maceta que sea de barro barnizada o de arcilla.

Dado que el tamaño sí que importa y las plantas son chicas, opta al principio por una de 10 centímetros de diámetro por 12 centímetros de profundidad, más o menos.
La maceta debe tener agujeros en el fondo para que el drenaje sea bueno.
Substracto

Esta planta ocupan substractos que proporcionan una cantidad de drenaje mayor.
Mixtura a partes iguales la perlilla y la arena negra para rellenar la maceta. No te preocupes, ya que el cactus no se va a encharcar por el estancamiento del agua. Al mismo tiempo, tampoco se pudrirá.

Temperatura y riego

Los climas cálidos son los más propicios para los cactus, todo y que estos se adaptan muy bien a varios ambientes.

A la hora de hacer el riego, ayúdate de un atomizador para así evitar un superávit de agua.
En primavera y verano, riega 1 vez por semana.
En otoño e invierno, riega 1 vez cada 15 días.
Si estás en un clima cálido, riega cada 6 u 8 días.
En climas fríos, puedes no regar hasta que se nivele la temperatura.
Si es de temporada, es mejor que riegues con agua de lluvia.

Ya si riegas con agua del grifo, déjala reposar durante toda una noche. Esto es como medida preventiva para evitar problemas con el pH.
Los cactus se adaptan fácilmente a diversos ambientes, especialmente a los climas cálidos.
Localización

Casi todos los cactus precisan estar varias horas del día ante el sol para crecer.
Si se trata de especies con espinas fuertes y vellos, estas necesitan el sol directo.
En cuanto a las especies que tiene pocas espinas, estas precisan un poco de ventilación y sombra.

Sitúa los cactus junto a la ventana.
Cuando esta planta recibe mucho sol, empieza a quedar amarillenta o a blanquecerse. En este caso, ponla en un sitio donde le dé menos el sol.
Las zonas húmedas son más aptas para los cactus. Por ello, si lo pones en la cocina o en el baño, el hecho de embeber la humedad del aire de estas estancias será ventajoso para estos.
Fertilizante

A la hora de cuidar cactus pequeños en tu casa o en la oficina también tienes que tener en cuenta el fertilizante.

La asiduidad con la que le eches el fertilizante depende de la proporción de la planta.
Este debe estar equilibrado a partes iguales de fósforo, nitrógeno y potasio.
Si tu deseo es que florezca en primavera, tienes que colocarle fertilizante, mínimo, 1 vez cada 15 días al inicio del otoño.
Ya para que el cactus crezca, tienes que fertilizar desde el brote de las primeras flores en la primavera.
Transplante

Solo debes transplantar el cactus cuando este superó el tamaño de la maceta en la que está.

En el caso en el que las raíces se hayan concentrado en el drenaje de la maceta.

Si es preciso modificar el substracto.

Cuando vayas a transplantar un cactus:

Intenta no hacerlo durante el invierno. Lo más aconsejable es que se haga en primavera o verano, porque es cuando el cactus tiene más capacidad para adaptarse al ser una época de crecimiento.
Utiliza unos guantes que sean gruesos pero manejables que te permitan trabajar. Es fundamental que uses guantes para no pincharte con las espinas y, al mismo tiempo, no dañar el cactus.

Emplea papel de diario para manipular el cactus.
Haz la plantación del cactus al mismo nivel. Te puedes ayudar por el final de la raíz, para así no tapar la planta por encima del cuello.
Tras hacer la plantación, evita exponerlo durante unos días al sol. Por este tiempo es mejor que esté a la sombra.
Reduce la frecuencia de riego a la mitad hasta que te des cuenta que empieza a crecer y que el cambio le vino bien.